Acepto la experiencias de mi vida, seguro que todo actúa para mi bien.
Hoy comienzo una nueva vida. Hoy nazco de nuevo.
Hoy es un día nuevo y fresco.
Este es un día nuevo para mi, que me da la oportunidad de actuar bien, de hacer frente al desafío del presente.
Hoy estoy en el aquí y en el ahora.
El orden divino se hace cargo de mi hoy y todos los días.
El amor de Dios me Protege.
Todas las cosas trabajan para mi bien todo el día.
El amor divino me envuelve, me dejo guiar por lo divino.
Cuándo mi atención se desvíe de lo bueno y constructivo, lo devolveré inmediatamente a lo que es bueno y bello.
Hoy veo con amor y ternura. Acepto la orientación divina.
Soy un imán que atrae hacia si, lo que me bendice y hace prosperar. Dios y yo estamos asociados.
Hoy me sitúo en el presente, para con actividad positiva dejarme guiar por mi sentido común, mi intuición, mi corazón.
Hoy tengo muchísima energía, sabiduría, disciplina y fuerza de voluntad para actuar bien.
Hoy dejo en manos de Dios todo lo negativo del pasado.
Lleno mi ser de amor y perdón.
Hoy me sitúo en el presente tratando siempre de sentir la felicidad de vivir bendiciendo el bien que hay en mi y en mi vida.
Me abro a las alegrías de la vida.
Hoy comprendo que la vida es eterna y que si obro con inteligencia triunfo sobre las tribulaciones presentes y me forjo una vida mejor.
Me lleno de esperanza, camino hacia delante.
La inteligencia infinita atrae hacia mi bien la felicidad, el éxito. Dios guía mi vida.
Me enfrento a la vida con amor, con alegría. Así demuestro valor y sabiduría.
Yo bendigo mi vida, yo amo la vida. Elijo con inteligencia.
