Cuando se es niño, se aprende de los primos y de los mayores. Generalmente suelen estar presentes los padres, pero también los abuelos y los tíos quienes se convierten en instrumento formador de la vida del pequeño.
A medida que progresa la juventud, aparecen nuevos elementos formadores dentro del carácter y la personalidad del individuo. Por ejemplo, los amigos y las personas con las que uno se relaciona. Es por ello que siempre me acordaré de mi profesora de Kínder, Lucia. Que bella y paciente señora. Pero también recuerdo a las profesoras del colegio en transición, a miss Claudia, en primero de primaria a miss Diana Fisher, y así progresivamente dentro de la vida escolar, cada profesor ejerció una influencia dentro de mi personalidad, ya fuese positiva o negativa. Creo que fueron más quienes influyeron positivamente que los que lo hicieron de manera negativa.
Ahora en la adultez y próximo a ser padre he sido influenciado por grandes pensadores, o por lo menos para mí, de hecho son mis amigos, algunos con los cuales mantengo desde hace varios años una estrecha comunicación y otros que aunque ellos no me conocen, yo creo conocer lo que piensan , por medio de lo que escriben. Es con base en estas influencias adicionado a experiencias de vida sobre las cuales he vivido que doy inicio a esta sección de notas que publicaré de manera periódica en mi pagina de Facebook y de las cuales me sentiré orgulloso de que usted lector, se detenga a leerla.
Serán piezas cortas pues sé lo ocupado que todos nos mantenemos, pero busco que les den algo distinto en que pensar.
El viaje inicia, despacio, buena letra y firmeza en la marcha.
