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miércoles, 14 de abril de 2010

Se está dañando la seguridad en el Transmilenio

Lo que me acaba de suceder muestra la ineficacia de la policía nacional de Colombia. Hoy miércoles 14 de abril desplazándome a las 8:30 am en la ruta F14 sentido norte –sur, en el bus de placas VDB589 del sistema Transmilenio en Bogotá, en la estación Alcalá, un mendigo ingresó al bus. Era sencillo reconocerlo, pues estaba sucio, mal oliente y claramente drogado. Este personaje comenzó a despotricar incoherencias del gobierno, culpándolo por el estado en que él se encontraba. Por experiencia sé que este tipo de sujetos no buscan otra cosa que robar para comprar vicio y por ello es que se suben a estos sistemas masivos de transporte para hacerlo.

En la siguiente parada, en la calle 127 cuando el bus paró, me abalance por la ventana del bus a llamar a la policía que se encontraba en la estación, próxima al articulado para que lo sacaran del bus e hicieran algo al respecto. Aunque un poco lentos, finalmente reaccionaron y lo sacaron. Yo creyendo que estos iban a sacarlo de la estación, pues está establecido que un ciudadano en estado de alteración emocional o psicológica no puede movilizarse por el sistema, me lleve la gran sorpresa de ver como la policía, lo requisaba y al ver que no llevaba nada, lo dejaba libre.

Como era de esperar, el indigente que además parecía ser una persona nueva en ese mundo, pues es de pelo mono corto, alto (1,85m), delgado, con todo el descaro se volvió a subir en el siguiente bus F14 que paró. Yo sencillamente no pude creer que arriesgando mi integridad y mi seguridad por denunciar a un villano, este se estuviera saliendo con la suya, se estuviera montando de nuevo en el bus y estuviera de nuevo volviendo a despotricar del gobierno, y a pedir dinero, mientras probablemente hurgaba los bolsillos y bolsos de los pasajeros. En la siguiente estación que este bus paro, yo me bajé pues claramente ya sabía lo que sucedería.

Es frustrante vivir esto. Muestra que la policía no está cumpliendo con su función de proteger al ciudadano. Además muestra que el sistema Transmilenio está siendo escenario de robos, atracos y nadie dice nada. Pues como yo si no me quedo callado, acá lo público, para que mis lectores se encarguen de que algo suceda al respecto.

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