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lunes, 7 de mayo de 2012

MUJER CRIADA POR HOMOSEXUAL PIDE A GOBIERNOS PROTEGER EL VERDADERO > MATRIMONIO..

(Fuente: ACI) Una mujer canadiense que fue criada en un hogar
> homosexual se dedica ahora a asistir a otras personas que atraviesan
> por la misma situación y a pedir a los gobiernos del mundo que
> protejan el matrimonio entre hombre y mujer. Según informa
> ForumLibertas.org, Dawn Stefanowicz vive en Ontario, Canadá, con su
> esposo de toda la vida y sus dos hijos, a los que ha educado en casa.
> Actualmente prepara su autobiografía y desarrolla un ministerio
> especial desde el sitio web (en
> inglés)http://www.dawnstefanowicz.com/: Brinda ayuda a otras personas
> que como ella crecieron a cargo de un padre homosexual y fueron
> expuestas a este estilo de vida.Stefanowicz explica en el sitio web
> "cómo en su infancia estuvo expuesta a intercambios de parejas gays,
> playas nudistas y la falta de afirmación en su feminidad, cómo le
> hirió el estilo de vida en el que creció, y ofrece ayuda, consejo e
> información para otras personas que han crecido heridas en un entorno
> de 'familia' gay, un estilo de 'familia' que ella no desea para nadie
> y que cree que las leyes no deberían apoyar".Su testimonio:En su
> relato, Stefanowicz explica que debido a una enfermedad grave de su
> madre debió quedar al cuidado de su padre homosexual cuando aún era
> una niña. "Estuve expuesta a un alto riesgo de enfermedades de
> transmisión sexual debido al abuso sexual, a los comportamientos de
> alto riesgo de mi padre y a numerosas parejas", relata."Incluso cuando
> mi padre estaba en lo que parecían relaciones monógamas, continuaba
> haciendo 'cruising' buscando sexo anónimo. Llegué a preocuparme
> profundamente, a amar y entender con compasión a mi padre. Compartía
> conmigo lo que lamentaba de la vida. Desgraciadamente, siendo niño
> unos adultos abusaron sexual y físicamente de él. Debido a esto, vivió
> con depresión, problemas de control, estallidos de rabia, tendencias
> suicidas y compulsión sexual. Intentaba satisfacer su necesidad por el
> afecto de su padre, por su afirmación y atención, con relaciones
> promiscuas y transitorias. Las (ex) parejas de mi padre, con los que
> traté y llegué a apreciar con sentimientos profundos, vieron sus vidas
> drásticamente acortadas por el SIDA y el suicidio. Tristemente, mi
> padre murió de SIDA en 1991", recuerda.Según Stefanowicz las
> "experiencias personales, profesionales y sociales con mi padre no me
> enseñaron el respeto por la moralidad, la autoridad, el matrimonio o
> el amor paterno. Me sentía temerosamente acallada porque mi padre no
> me permitía hablar de él, sus compañeros de casa, su estilo de vida y
> sus encuentros en esa subcultura. Mientras viví en casa, tuve que
> vivir según sus reglas"."Sí, amaba a mi padre. Pero me sentía
> abandonada y despreciada porque mi padre me dejaba a menudo para estar
> varios días con sus compañeros. Sus parejas realmente no se
> interesaban por mí. Fui dañada por el maltrato doméstico homosexual,
> las tentativas sexuales con menores y la pérdida de parejas sexuales
> como si las personas fueran sólo cosas para usar. Busqué consuelo,
> busqué el amor de mi padre en diversos novios a partir de los 12
> años", sostiene.Stefanowicz recuerda que "desde corta edad, se me
> expuso a charlas sexualmente explícitas, estilos de vida hedonistas,
> subculturas GLBT y lugares de vacaciones gay. El sexo me parecía
> gratuito cuando era niña. Se me expuso a manifestaciones de sexualidad
> de todo tipo incluyendo sexo en casas de baño, travestismo, sodomía,
> pornografía, nudismo gay, lesbianismo, bisexualidad, voyeurismo y
> exhibicionismo. Se aludía al sadomasoquismo y se mostraban algunos
> aspectos. Las drogas y el alcohol a menudo contribuían a bajar las
> inhibiciones en las relaciones de mi padre"."Mi padre apreciaba el
> vestir unisex, los aspectos de género-neutro, y el intercambio de
> ropas cuando yo tenía 8 años. Yo no veía el valor de las diferencias
> biológicamente complementarias entre hombre y mujer. Ni pensaba acerca
> del matrimonio. Hice votos de no tener nunca hijos, porque no crecí en
> un ambiente de hogar seguro, sacrificial, centrado en los niños",
> señala.Las consecuencias:"Más de dos décadas de exposición directa a
> estas experiencias estresantes me causaron inseguridad, depresión,
> pensamientos suicidas, miedo, ansiedad, baja autoestima, insomnio y
> confusión sexual. Mi conciencia y mi inocencia fueron seriamente
> dañados. Fui testigo de que todos los otros miembros de la familia
> también sufrían", sostiene Stefanowicz.Ella asegura que sólo después
> de haber tomado las decisiones más importantes de su vida, empezó a
> darse cuenta de cómo la había afectado crecer en ese ambiente."Mi
> sanación implicó mirar de frente la realidad, aceptar las
> consecuencias a largo plazo y ofrecer perdón. ¿Podéis imaginar ser
> forzados a aceptar relaciones inestables y prácticas sexuales diversas
> desde corta edad y cómo afectó a mi desarrollo?. Desgraciadamente,
> hasta que mi padre, sus parejas sexuales y mi madre murieron, no pude
> hablar públicamente de mis experiencias", explica."Al final, los niños
> serán las víctimas reales y los perdedores del matrimonio legal del
> mismo sexo. ¿Qué esperanza puedo ofrecer a niños inocentes sin voz?
> Gobiernos y jueces deben defender el matrimonio entre hombre y mujer y
> excluir todos los otros, por el bien de nuestros niños", concluye.

> RECOMIENDO REENVIARLO A TODAS SUS AMISTADES, SI DESEA DEFENDER LOS
> MISMOS  DERECHOS QUE SENTIMOS DE NUESTRO VERDADERO MATRIMONIO

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